En una reciente investigación publicada en BMC Public Health, se examinó el impacto de la exposición a sustancias químicas como el benceno, etilbenceno y xileno (BEX) en la salud auditiva de adultos en Estados Unidos. – Imagen de stockking en Freepik.
La pérdida de audición (HL) se vincula con dificultades económicas, mayor riesgo de enfermedades como Alzheimer y demencia, así como problemas de comunicación.
Dada la escasez de tratamientos efectivos para la pérdida auditiva, es crucial desarrollar estrategias preventivas. Los procesos ototóxicos y los metales pesados son considerados factores de riesgo para la pérdida de audición, aunque la relación entre contaminantes ambientales en la sangre humana y la pérdida de audición aún no está completamente comprendida.
El estudio se centró en los hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP) en la orina, que se correlacionaron con la frecuencia de pérdida de audición en todas las edades. Sin embargo, el uso de disolventes orgánicos como biomarcadores de pérdida de audición tiene limitaciones debido a su corta vida biológica y variado metabolismo.
Los productos químicos BEX, carcinógenos reconocidos, están asociados con diversas afecciones, desde disfunción reproductiva hasta envenenamiento por benceno. El estudio exploró extensamente la relación entre la concentración de BEX en la sangre y la discapacidad auditiva en adultos estadounidenses.
Los investigadores analizaron datos de la Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición (NHANES) para 2003-2004, 2011-2012 y 2015-2016, considerando factores demográficos, exposición a compuestos orgánicos volátiles y mediciones de audiometría.
Se realizaron análisis estadísticos para evaluar la relación entre la concentración de BEX en sangre y la pérdida de audición a diferentes frecuencias. Se consideraron diversas variables, como edad, sexo, raza, índice de masa corporal, nivel educativo, hábitos de vida y condiciones médicas.
Los resultados mostraron un mayor riesgo de discapacidad auditiva en aquellos expuestos a BEX, especialmente en mujeres mayores con peso normal. Las concentraciones acumuladas de BEX y sus componentes individuales se asociaron con un aumento del riesgo de pérdida de audición.
Curiosamente, la correlación positiva entre la gravedad de la pérdida auditiva y la concentración de BEX fue evidente para la pérdida auditiva en general y la pérdida de alta frecuencia, pero no para la pérdida de frecuencia del habla.
El estudio sugiere que incluso bajas dosis de benceno pueden contribuir al estrés oxidativo celular, lo que podría explicar la pérdida de audición. Además, factores como la obesidad y la estimulación hormonal en mujeres pueden modular los riesgos asociados con BEX.
Estos resultados destacan la necesidad de futuras investigaciones para comprender mejor los mecanismos subyacentes a la pérdida de audición relacionada con BEX y validar estos hallazgos mediante estudios ambientales a largo plazo.
Referencia de la revista: Wang, S., Luo, J., Zhang, F., et al., (2024) Asociación entre las concentraciones de compuestos aromáticos orgánicos volátiles en sangre y la pérdida de audición en adultos estadounidenses. Salud Pública de BMC . doi: https://doi.org/10.1186/s12889-024-18065-0 . https://bmcpublichealth.biomedcentral.com/articles/10.1186/s12889-024-18065-0
Vía: news-medical.net