Por la Dra. Georgiana Farrugia Bonnici (radióloga de diagnóstico y médico) y la Dra. Antonella Grima (especialista en salud pública y nutricionista registrada por el estado)
1) ¿Qué lecturas constituyen la presión arterial alta y qué la causa?
La presión arterial alta se define como una presión arterial elevada repetidamente en las arterias que excede 140/90 mmHg. La lectura sistólica se correlaciona con la presión máxima sostenida cuando el corazón se contrae, mientras que la lectura diastólica refleja la presión mínima cuando el corazón se relaja entre latidos sucesivos.
En casi todas las sociedades contemporáneas, la presión arterial aumenta con el envejecimiento y el riesgo de volverse hipertenso en la edad adulta es considerable. La presión arterial alta puede clasificarse como primaria, por lo que no se encuentra una causa médica subyacente específica en alrededor del 90-95% de los casos o como secundaria, en el 5-10% restante de los casos, donde es causada por otros preexistentes afecciones que afectan los riñones, las arterias, el corazón o el sistema endocrino.
2) ¿Cómo se diagnostica esta afección y cuáles son sus implicaciones para nuestra salud, si no se trata?
La presión arterial alta rara vez se acompaña de algún síntoma, de ahí la razón detrás del término ‘asesino silencioso’. Su identificación generalmente es a través de la búsqueda de asesoramiento de salud para un problema no relacionado. Una vez dicho esto, ciertas personas con presión arterial elevada aún pueden informar dolores de cabeza, aturdimiento, tinnitus o visión alterada como sus principales quejas.
Además, la presión arterial alta no controlada de larga data tiene serias implicaciones para la salud, ya que es un factor de riesgo importante para eventos cardiovasculares. Dicha afección ejerce una gran cantidad de tensión en el corazón, lo que posiblemente conduce al engrosamiento anormal del miocardio y la enfermedad de las arterias coronarias.
Esta afección también es un factor de riesgo importante para accidente cerebrovascular, aneurisma aórtico, enfermedad arterial periférica, cambios anormales en los vasos sanguíneos en la retina, así como enfermedad renal crónica. Además, la presión arterial alta también puede ocurrir en mujeres embarazadas durante el embarazo. Tal signo puede ser el primero en indicar el desarrollo de preeclampsia.
3) ¿Cómo se puede optar por controlar la presión arterial alta o prevenir su desarrollo?
No hay sustituto para el monitoreo regular de la presión arterial, ni para incorporar un estilo de vida saludable como parte de nuestra rutina diaria para prevenir la formación de tal condición.
Los cambios en la dieta y el estilo de vida pueden mejorar el control de la presión arterial y disminuir el riesgo de complicaciones de salud. Los factores de estilo de vida que influyen en la presión arterial incluyen la actividad física aeróbica, la pérdida de peso, la ingesta reducida de sal en la dieta, el mayor consumo de frutas, verduras y productos bajos en grasa, así como la ingesta reducida de alcohol y nicotina. Los tratamientos con medicamentos antihipertensivos aún pueden ser necesarios en aquellas personas para quienes dichos cambios no son lo suficientemente efectivos.
4) A continuación puede encontrar una receta simple y saludable que es ideal para la hora del almuerzo para aquellos que desean mantener su presión arterial bajo control, junto con todos los beneficios nutricionales de cada uno de los ingredientes enumerados:
Receta: ensalada de pasta integral
Este delicioso plato requiere un tiempo mínimo de cocción y preparación. Se puede servir caliente o frío. Cocine la pasta durante unos 10 minutos (sin sal) y mientras tanto prepare los ingredientes crudos. ¡Mezcle todo y esta ensalada de pasta está lista para servir!
Ingredientes:
Pan integral, tomates cherry, garbanzos cocidos, nueces, ensalada mixta de vegetales, semillas de chia, algunas bayas, orégano, albahaca y aceite de oliva virgen extra.
Granos:
Los granos integrales, como la pasta integral, son una buena fuente de carbohidratos, fibra y vitaminas B. La incorporación de granos integrales en su dieta puede ayudar a evitar los antojos de azúcar y los refrigerios frecuentes, optimizando así el control de peso. Como regla general, una porción de granos para una comida principal debe ser de alrededor de 60 g para las mujeres y 85 g para los hombres. El resto del plato se puede llenar con muchas verduras nutritivas para ayudar a alcanzar la saciedad y mantener la cantidad de calorías en la comida en el extremo inferior.
Tomates:
Los tomates son ricos en vitamina C y licopeno. Una de las propiedades del licopeno es que ayuda a reducir la presión arterial, lo que hace que los tomates sean excelentes para mantener la presión arterial bajo control. Para las salsas de tomate, lo mejor es elegir tomates frescos y cocinar la salsa desde cero. Alternativamente, busque tomates enlatados bajos en sal para reducir la cantidad de sal en la comida.
Legumbres
Las legumbres como los garbanzos son una parte esencial de la dieta mediterránea. Están relacionados con la longevidad y la buena salud intestinal. Las legumbres son una rica fuente de fibra, ayudan a controlar el peso y al mismo tiempo mejoran los niveles de azúcar y colesterol en la sangre. Las legumbres se consideran una excelente fuente de proteínas a base de plantas, que sirven como una alternativa a la carne. Es importante cocinar las legumbres desde cero sin sal o enjuagar bien las legumbres enlatadas con agua corriente para reducir el contenido de sal si sufre de presión arterial alta.
Nueces y semillas:
Además de proteínas y fibra, las nueces y las semillas también son ricas en aceites antiinflamatorios omega 3. Por lo tanto, promueven el bienestar general, reducen los niveles de colesterol malo y ayudan a prevenir enfermedades relacionadas con el sistema circulatorio, al reducir el riesgo de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares. Al elegir nueces, siempre elija opciones sin sal. Puede asarlos al horno para mejorar sus sabores y agregar crujientes.
Vegetales de hoja verde:
Estos son muy bajos en calorías y ayudan a llenar su plato y a mantenerlo lleno durante más tiempo. Las hojas verdes proporcionan fibra, hierro, calcio y ácido fólico. De hecho, son la principal fuente de ácido fólico que ayuda a prevenir enfermedades del corazón, aumenta la regeneración del sistema nervioso y previene cualquier afección relacionada con el feto durante el embarazo, entre otras enfermedades. Las verduras de hoja verde también son ricas en potasio, lo que ayuda a los riñones a eliminar el sodio adicional y a mantener la presión arterial bajo control.
Hierbas:
El uso de hierbas le da a nuestra comida un sabor delicioso, al tiempo que reduce la necesidad de usar sal y salsas. Todas las hierbas imparten beneficios para la salud y son ricas en fitonutrientes que reducen la inflamación y combaten enfermedades. Los ingredientes como la albahaca, el ajo y la canela también pueden desempeñar un papel en el control de la presión arterial. Como siempre, la moderación es la clave.
Aceite de oliva virgen extra:
El aceite de oliva virgen extra es una fuente de ácido oleico, un ácido graso monoinsaturado, y es uno de los componentes de la dieta mediterránea. Cuando se consume con moderación, ayuda a prevenir enfermedades cardíacas e inflamatorias y contribuye a la buena salud y la longevidad.
Vía: Malta winds