Unos investigadores han descubierto una combinación farmacológica que parece ser capaz de promover la regeneración de las células ciliadas del oído interno. – Artículo original de noticiasdelaciencia.com. – Foto captura.
Dentro de este último, miles de células ciliadas detectan las ondas sonoras y las traducen en señales nerviosas que nos permiten oír conversaciones, música y otros sonidos cotidianos. El daño a estas células es una de las causas principales de pérdida auditiva, que afecta a millones de personas en todo el mundo.
La exposición excesiva a ruido, el envejecimiento, y algunos antibióticos y fármacos de quimioterapia pueden llevar a la muerte de las células ciliadas. En algunos animales, esas células se regeneran de forma natural, pero no en humanos.
Cada uno de nosotros nacemos con unas 15.000 células ciliadas por oído, y una vez dañadas, ya no pueden volver a crecer. Sin embargo, unos investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) en Cambridge, el BWH (Brigham and Women’s Hospital) de Boston, y el Hospital del Ojo y el Oído de Massachusetts, todas estas entidades en Estados Unidos, han descubierto ahora una combinación de fármacos que amplía la población de células progenitoras (también llamadas células de apoyo) en el oído y que induce a algunas de ellas a convertirse en células ciliadas, ofreciendo así una nueva forma de tratar la pérdida auditiva.
La imagen muestra grandes colonias de células progenitoras cocleares formadas a partir de células individuales y convertidas en colonias de alta pureza de células ciliadas (color cian) con manojos frondosos de cilios (en rojo). (Imagen: Will McLean)
Este prometedor avance médico es obra del equipo de Robert Langer, Jeffrey Karp, Albert Edge, Will McLean, Xiaolei Yin, Lin Lu, Danielle Lenz y Dalton McLean.
Dado que este tratamiento se haría simplemente mediante medicación, los investigadores creen que podría ser fácil administrarlo a los pacientes humanos. Los fármacos podrían ser inyectados en el oído medio, desde el cual se difundirían a través de una membrana hacia el oído interno. Este mecanismo de inyección se usa de forma habitual para aplicar fármacos con los que tratar infecciones de oído.