Por estas razones no deberías exponerte a ruidos fuertes si estas embarazada

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Los ruidos fuertes también pueden lastimar al bebé nonato. Cuando estás embarazada, la exposición a ruidos fuertes puede aumentar el riesgo de problemas de audición y otras condiciones de salud no sólo para ti, sino también para tu bebé nonato. – Foto de Ömürden Cengiz en Unsplash

Los ruidos fuertes pueden provenir de una variedad de fuentes, incluyendo motores de aviones, conciertos de rock, lugares de trabajo asociados al ruido o la radio de un auto a gran volumen. Sin embargo, evitar los ruidos fuertes no significa necesariamente quedarte en un ambiente completamente silencioso, ya que los sonidos suaves podrían ser, en realidad, beneficiosos para tu bebé nonato.

Audición fetal

El oído externo, interno y medio de tu bebé nonato se desarrolla bien en 24 semanas de gestación. La cóclea ya se ha formado, por lo que el oído del bebé puede transmitir sonidos efectivamente al cerebro para ser procesados. En algún momento entre las 27 y 30 semanas de gestación, el feto comienza a responder a los sonidos de afuera del útero.

Sonidos amortiguados

En la mayoría de los casos, incluso los sonidos que a ti te parecen altos podrían ser amortiguados en el útero. Las paredes del útero, y la grasa y los músculos de la cavidad abdominal, amortiguan las ondas sonoras y disminuyen su volumen antes de llegar a los oídos de tu bebé.

El líquido amniótico llena el oído interno, previniendo que el timpano amplifique los sonidos como lo hará cuando nazca el bebé, y también amortigua los ruidos agudos; sin embargo, el líquido amniótico amplifica ligeramente los sonidos graves.

Impacto de ruidos altos

La exposición continua a los sonidos más allá de los 90 a 100 decibeles, aproximadamente el nivel de una motosierra, puede aumentar el riesgo de que un bebé nonato pierda la audición, de acuerdo con What to Expect.

Además, incrementa las posibilidades de dar a luz prematuramente y de tener un bebé con poco peso. La exposición ocasional más corta a los sonidos en el rango de 150 a 155 decibeles, el nivel del motor de un avión, puede llevar a problemas similares. Un ruido alto repentino puede asustar a un bebé nonato, causando una actividad incrementada poco después de que el feto escucha el sonido.

Consideraciones

Si bien los ruidos excesivamente altos pueden causar potenciales daños a tu bebé, los sonidos más suaves pueden proveer beneficios. La exposición a música placentera reproducida a un nivel de 70 decibeles o menos puede calmar a la mamá y el bebé.

Evita música discordante en cualquier volumen, ya que estudios animales han indicado cambios en la estructura cerebral cuando los fetos se exponen a este tipo de música, de acuerdo con Baby Center. Debido a que al impacto de la música en bebés humanos nonatos no ha sido bien estudiado, el impacto total del sonidos en los fetos se mantiene desconocido.

Vía: ehowenespanol.com