Las personas que padecen fonofobia sienten un miedo irracional a los ruidos fuertes. Es un trastorno de ansiedad y no una enfermedad auditiva. – Imagen de Jerzy Górecki en Pixabay.
La fonofobia es el miedo irracional a ruidos fuertes, también se conoce por ligirofobia. El término “fonofobia” procede de las palabras griegas sonido y miedo. Esta fobia no es un trastorno auditivo. Los sonidos fuertes y repentinos pueden provocar un ataque de ansiedad en las personas que padecen fonofobia. Estas personas suelen tener miedo de aparatos que emiten sonidos fuertes de forma repentina, como las alarmas.
Por ejemplo, escuchar música que comienza con un intervalo de silencio y de repente se convierte en música fuerte nos suele sobresaltar, cuando no existe un conocimiento previo del contenido. Asustarse es una reacción normal, sin embargo, la diferencia principal en personas con fonofobia es que el miedo está siempre activo a lo que pueda ocurrir.
Asimismo, ver a alguien que infla un globo a más capacidad de la normal, supone una situación angustiosa e incluso desquiciante para una persona con esta fobia, ya que temen y anticipan el ruido que hará el globo al estallar.
Síntomas de la fonofobia
La fonofobia comparte ciertos síntomas con otros trastornos de ansiedad. Las personas con esta fobia pueden presentar uno o varios de los siguientes síntomas:
➢Deseo de huir
➢Miedo atroz a los ruidos fuertes
➢Sudoración excesiva
➢Alteración del ritmo cardíaco
➢Nauseas o mareos
➢Ataques de pánico
➢Desmayos
➢Cambio brusco de humor tras escuchar un ruido fuerte
Tratamiento de la fonofobia
No existe un único tratamiento eficaz para curar la fonofobia. No obstante, se ha demostrado que ciertas terapias pueden ser útiles para ayudar a las personas a enfrentarse a los síntomas asociados a esta fobia. La terapia de exposición y la terapia conductivo-conductual son algunas de las más conocidas.
Este tratamiento puede ir acompañado de fármacos recetados por el médico para reducir la ansiedad y aliviar el estrés. La fonofobia no debe confundirse con la hiperacusia (hipersensibilidad a ciertos sonidos), o la misofonía (reacción extrema a sonidos específicos). No obstante, la fonofobia se considera en algunas ocasiones como una forma extrema de misofonía.
Vía: hear-it.org