¿Alguna vez has sentido que el mundo gira a tu alrededor sin motivo aparente? ¿Mareos repentinos acompañados de zumbidos en los oídos o pérdida de audición? El vértigo no solo es desorientador, sino que en el 75% de los casos está vinculado a problemas auditivos. Así lo revelan expertos en otorrinolaringología, quienes advierten que no prestar atención a estos síntomas podría empeorar tu calidad de vida. – (Basado en un artículo original del portal especializado en audición hear-it.org). – (Imagen de freepik.es).
Vértigo: Más que un Simple Mareo
El vértigo es mucho más que un mareo pasajero. Quienes lo padecen describen una falsa sensación de movimiento, como si todo girara a su alrededor, incluso cuando están quietos. Pero lo que muchos no saben es que tres de cada cuatro casos de vértigo están relacionados con trastornos auditivos, según datos presentados en las Jornadas Científicas sobre “Vértigo, Colesteatoma y Otitis”, organizadas por GAES y la Sociedad Española de Otorrinolaringología.
Síntomas que No Debes Pasar por Alto
Además de la clásica sensación de giro, el vértigo puede venir acompañado de:
- Pérdida auditiva repentina o progresiva.
- Acúfenos (pitidos o zumbidos en los oídos).
- Náuseas y vómitos.
- Dolor de cabeza.
- Inestabilidad al caminar.
Si experimentas alguno de estos síntomas, no los ignores. Podrían ser señales de un problema más profundo en tu oído interno.
¿Por Qué el Vértigo y la Audición Están Tan Relacionados?
El oído interno no solo es responsable de la audición, sino también del equilibrio. Dentro de él se encuentra el sistema vestibular, un conjunto de estructuras que envían información al cerebro sobre nuestra posición en el espacio. Cuando algo falla en esta zona, el resultado puede ser vértigo y, en muchos casos, pérdida auditiva.
El Dr. Gonzalo Corvera, fundador de la Sociedad Mexicana de Otología y Otoneurología, lo explica así:
«La cóclea (responsable de la audición) y el vestíbulo (encargado del equilibrio) están íntimamente conectados. Por eso, cuando hay un daño en uno, es común que el otro también se vea afectado.»
Principales Causas del Vértigo Relacionado con la Audición
- Vértigo Posicional Paroxístico Benigno (VPPB) – Pequeños cristales en el oído interno se desprenden y provocan mareos intensos al mover la cabeza.
- Enfermedad de Ménière – Acumulación de líquido en el oído interno, causando vértigo, pérdida auditiva y acúfenos.
- Laberintitis – Infección o inflamación del oído interno.
- Traumatismos craneales – Golpes fuertes que afectan las estructuras auditivas y vestibulares.
- Efectos secundarios de medicamentos – Algunos fármacos pueden dañar el oído interno.
Los Adultos Mayores: Los Más Afectados
Mientras que solo el 2% de los adultos jóvenes sufre vértigo, en personas mayores de 60 años la cifra se dispara al 30%. Esto se debe a que, con la edad, las estructuras del oído interno se deterioran, aumentando el riesgo de trastornos vestibulares y pérdida auditiva.
El Dr. Nicolás Pérez, de la Clínica Universitaria de Navarra, señala:
«El vértigo representa el 5% de las consultas en atención primaria. Sin embargo, muchos pacientes no relacionan sus mareos con posibles problemas de audición, retrasando el diagnóstico.»
**¿Qué Hacer Si Tienes Vértigo y Sospechas de Pérdida Auditiva?
Si experimentas episodios recurrentes de vértigo, no lo atribuyas solo al estrés o al cansancio. Sigue estos pasos:
- Visita a un otorrinolaringólogo – Un especialista podrá evaluar tu audición y equilibrio.
- Realiza una audiometría – Esta prueba detecta pérdidas auditivas asociadas al vértigo.
- Considera terapias de rehabilitación vestibular – Ejercicios específicos pueden ayudar a reducir los mareos.
- Revisa tus medicamentos – Algunos fármacos ototóxicos pueden empeorar los síntomas.
Conclusión: No Subestimes el Vértigo
El vértigo no es «algo normal» ni un síntoma que debas ignorar. En el 75% de los casos, está ligado a problemas auditivos que podrían empeorar con el tiempo. Si tú o alguien cercano sufre mareos intensos acompañados de zumbidos o pérdida de audición, busca ayuda médica cuanto antes.
«La detección temprana puede marcar la diferencia entre recuperar tu equilibrio o enfrentar consecuencias irreversibles.»