¿Alguna vez has sentido un molesto dolor de oído sin tener una infección? ¿O has notado ruidos al abrir y cerrar la boca? Estos síntomas podrían estar relacionados con un trastorno en la articulación temporomandibular (ATM), una condición que afecta a muchas personas sin que lo sepan. Según la Dra. Paola Udagawa de Scappini, odontóloga especialista en disfunciones craneomandibulares, hasta un 70% de los problemas de ATM pueden estar asociados al oído, generando desde zumbidos hasta mareos. –(Imagen de freepik.com).

En este artículo, basado en una entrevista publicada en ABC Color, exploraremos cómo estos trastornos impactan en la vida diaria, qué tratamientos existen y por qué es crucial una evaluación multidisciplinaria entre odontólogos y otorrinos.
¿Qué es la ATM y cómo se relaciona con el oído?
La articulación temporomandibular (ATM) es la que conecta la mandíbula con el cráneo, permitiendo movimientos esenciales como hablar, masticar y bostezar. Sin embargo, cuando esta articulación se ve afectada, puede generar síntomas que muchas personas atribuyen erróneamente a problemas auditivos.
La Dra. Udagawa explica que esto ocurre porque la ATM comparte estructuras anatómicas con el oído, como músculos, ligamentos y nervios. Por eso, no es raro que pacientes con disfunción temporomandibular experimenten:
- Dolor de oído (sin infección aparente).
- Tinnitus o acúfenos (zumbidos o pitidos constantes).
- Mareos o vértigos.
- Sensación de oído tapado.
Estos síntomas pueden confundirse con otras patologías, por lo que un diagnóstico preciso es fundamental.
Síntomas más comunes de los trastornos de la ATM
Además de las molestias auditivas, los problemas en la articulación temporomandibular pueden manifestarse de varias formas:
✅ Ruidos al abrir o cerrar la boca (clic o crujidos).
✅ Dificultad para masticar o dolor al hacerlo.
✅ Limitación en la apertura bucal (no poder abrir bien la boca).
✅ Dolor en la mandíbula, cuello o incluso migrañas.
✅ Bruxismo (apretar o rechinar los dientes, especialmente de noche).
Si experimentas uno o más de estos síntomas, podrías tener un trastorno de ATM y deberías consultar con un especialista.
¿Cómo se diagnostica y trata la disfunción temporomandibular?
Según la Dra. Paola Udagawa, el tratamiento debe ser abordado desde dos frentes:
1. Evaluación odontológica
Un odontólogo especializado en ATM puede detectar si hay desgaste articular, mala oclusión dental o bruxismo. Entre las soluciones más comunes están:
🔹 Placas de relajación oclusal: Dispositivos que reducen la presión sobre la articulación.
🔹 Ejercicios mandibulares: Para mejorar la movilidad y reducir el dolor.
🔹 Fisioterapia: Terapias manuales para relajar los músculos faciales.
2. Valoración con un otorrino
Dado que los síntomas pueden confundirse con problemas auditivos, es recomendable una consulta otorrinolaringológica para descartar infecciones u otras afecciones del oído.
Consejos para aliviar los síntomas en casa
Mientras esperas tu consulta médica, puedes seguir estas recomendaciones de la Dra. Udagawa:
🍲 Dieta blanda: Evita alimentos duros o difíciles de masticar.
🧘 Relajación muscular: Masajes suaves en la mandíbula y cuello.
💊 Antiinflamatorios (bajo supervisión médica): Para reducir el dolor agudo.
🚫 Evita el estrés: El bruxismo suele empeorar con la ansiedad.
¿Cuándo debes preocuparte?
Si además de los ruidos en la mandíbula presentas:
🔴 Dolor intenso que no cede con analgésicos.
🔴 Imposibilidad de abrir o cerrar la boca correctamente.
🔴 Pérdida de audición o mareos frecuentes.
¡No lo dejes pasar! Estos síntomas pueden indicar un problema más grave que requiere atención inmediata.
Conclusión: La importancia de un enfoque integral
Los trastornos de la ATM no solo afectan la mandíbula, sino que también pueden alterar la calidad de vida, provocando desde dolor de oído hasta problemas para dormir. Por eso, un diagnóstico temprano y un tratamiento conjunto entre odontólogos y otorrinos son clave para una recuperación efectiva.
Si sospechas que padeces este problema, no dudes en buscar ayuda profesional. Pequeños cambios en tu rutina y el tratamiento adecuado pueden marcar la diferencia.