Los investigadores quieren descubrir las causas de la pérdida auditiva adquirida y encontrar posibles terapias

Pérdida auditiva adquirida: nuevo horizonte para preservar tu audición

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La pérdida auditiva adquirida (AHL, por sus siglas en inglés) se ha convertido en una de las afecciones de salud más comunes entre los adultos mayores, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). Aunque los audífonos son útiles para aliviar los síntomas, esta condición no tiene una cura definitiva, y en muchos casos, las causas subyacentes siguen siendo un enigma para la ciencia. (Imagen de freepik.es).

Ahora, un ambicioso proyecto de investigación podría cambiar esta realidad, abriendo la puerta a nuevas terapias que podrían proteger la audición de millones de personas.

Con una subvención de 3,2 millones de dólares del Instituto Nacional de Sordera y Otros Trastornos de la Comunicación, expertos de la Universidad Case Western Reserve y Mass Eye and Ear están profundizando en las raíces de la AHL. Este estudio, que combina tecnología avanzada con innovadores enfoques de análisis, busca no solo entender las causas de la pérdida auditiva, sino también diseñar estrategias para prevenirla.

La conexión entre el calcio y la audición

La salud auditiva depende en gran medida de las células ciliadas cocleares, ubicadas en el oído interno. Estas células sensoriales detectan vibraciones sonoras y las convierten en señales eléctricas que el cerebro interpreta como sonido. Sin embargo, estas células son increíblemente sensibles y dependen de un delicado equilibrio de calcio, regulado por las mitocondrias, que son los «centros energéticos» de las células.

El ruido excesivo puede alterar este equilibrio, provocando una sobrecarga de calcio que estresa las células ciliadas y las daña irreparablemente. Según investigaciones previas, este tipo de daño mitocondrial es una de las principales causas de pérdida auditiva adquirida.

Un estudio pionero en dos fases

  1. Impacto del ruido en las células ciliadas cocleares
    Los investigadores utilizarán modelos de ratón con predisposición genética a la sobrecarga de calcio para analizar cómo la exposición a ruidos fuertes afecta la estructura y función de estas células. Utilizando tecnología 3D avanzada y herramientas de aprendizaje automático, se examinarán las mitocondrias para comprender cómo el estrés altera su forma y capacidad funcional.
  2. Prevención mediante regulación del calcio
    En la segunda fase, los expertos evaluarán si reducir el calcio en las mitocondrias puede proteger las células ciliadas. Utilizarán modelos animales con niveles controlados de calcio para determinar si estos son menos susceptibles al daño provocado por el ruido.

¿Qué significa esto para ti?

Los hallazgos de este estudio podrían revolucionar la manera en que se aborda la pérdida auditiva adquirida, ofreciendo nuevas terapias para prevenir el deterioro auditivo relacionado con el envejecimiento y la exposición al ruido. Esto no solo ayudaría a preservar la audición, sino que también podría reducir los riesgos asociados, como el aislamiento social, la depresión y el deterioro cognitivo.

Incluso una pérdida auditiva leve no tratada puede duplicar el riesgo de demencia, lo que resalta la importancia de cuidar tu salud auditiva desde temprana edad.

¿Cómo puedes proteger tu audición hoy?

Aunque aún falta tiempo para que estas investigaciones se traduzcan en tratamientos prácticos, hay medidas que puedes tomar para cuidar tu audición:

  • Evita la exposición prolongada a ruidos fuertes. Usa protectores auditivos si trabajas en ambientes ruidosos o asistes a eventos con música alta.
  • Realiza chequeos auditivos regulares. La detección temprana es clave para prevenir daños mayores.
  • Controla el volumen de tus dispositivos electrónicos. Mantén el volumen por debajo del 60% y evita usar auriculares por periodos prolongados.

El futuro de la salud auditiva

«Si tenemos éxito, podríamos encontrar nuevas estrategias para preservar la audición humana regulando los niveles de calcio mitocondrial», afirma el Dr. Ruben Stepanyan, investigador principal del estudio. Estas investigaciones no solo tienen el potencial de mejorar la calidad de vida de quienes padecen pérdida auditiva, sino que también podrían marcar un antes y un después en la prevención de esta afección.

Con la ciencia avanzando rápidamente, el día en que podamos prevenir eficazmente la pérdida auditiva podría estar más cerca de lo que imaginamos.

Fuente: Universidad Case Western Reserve – Vía: news-medical.net