Cuando surgen indicios de pérdida de audición en niños, son los padres y abuelos quienes suelen ser los primeros en notarlo y preocuparse. – Imagen de Freepik.
Si se identifican uno o varios de los síntomas que se detallan a continuación, es crucial ponerse en contacto con el médico de familia. Es esencial recordar que cada niño se desarrolla a su propio ritmo.
Incluso en casos de pérdida de audición leve, con síntomas sutiles que pueden pasar desapercibidos, es posible descubrir la condición mediante una prueba auditiva. Estos son algunos síntomas a los que debemos prestar atención:
➢ La capacidad de hablar del niño no avanza y permanece monótona (el habla no se ajusta a la edad).
➢ Comprensión retardada y/o inapropiada del lenguaje.
➢ Falta de sobresalto o despertar ante sonidos fuertes.
➢ Ausencia de imitación de sonidos de manera espontánea.
➢ Incapacidad para localizar sonidos (el niño no gira la cabeza hacia un sonido, como una voz, por ejemplo).
➢ Falta de respuesta a los sonidos desde otra habitación.
➢ Tendencia a parecer ensimismado o apartado de la vida social.
➢ Frecuentes infecciones de oído.
Identificar alteraciones auditivas en niños puede resultar desafiante, pero cuanto antes se detecte la pérdida de audición, mayores serán las oportunidades para que el niño desarrolle habilidades sociales, se comunique, aprenda a aceptar su pérdida de audición y aprenda a vivir con ella.
La pérdida de audición puede ser detectada desde muy temprano, a veces incluso inmediatamente después del nacimiento.
Esto permite que los niños comiencen a utilizar audífonos a una edad temprana, brindándoles las mejores perspectivas para su desarrollo auditivo y su calidad de vida.