El último éxito de taquilla en los cines es “Ha nacido una estrella”, interpretada por Bradley Cooper y Lady Gaga.
El veterano músico Jackson Maine (Cooper) descubre y se enamora de la artista que lucha por abrirse camino Ally (Gaga). Ella está a punto de renunciar a su sueño de convertirse en una gran cantante hasta que Jackson la convence para colocarla delante de los focos. Pero incluso cuando la carrera de Ally despega, la faceta personal de sus relaciones se rompe, mientras Jackson lucha una batalla continua con sus propios demonios internos.
Mientras la mayoría de los reportajes de revistas y prensa se centran en lo brillante que está Gaga en el papel protagonista o en lo inmenso que está Cooper protagonizando y dirigiendo este remake, un par de publicaciones han recogido una de las tramas secundarias.
Maine toca a muy alto volumen, conciertos de rock-n-roll en estadios con las entradas agotadas cada noche. A causa de todo este ruido, combinado con el hecho de que nació con pérdida auditiva, Maine oye un timbre constantemente (tinnitus) y a menudo tiene problemas para escuchar las conversaciones. Los demonios internos de Jackson Maine se manifiestan en una adicción al alcohol y las drogas que le recetan.
Las drogas a las que es adicto le han sido prescritas para ayudarle con su acúfeno, algo que periódicamente le trae ataques de ansiedad y rabietas. El manager y ORL de Maine le urgen a llevar monitores dentro de su oído -tapones a medida que bloquean el sonido y permiten a los músicos oír sus propias voces e instrumentos en audiciones y con altavoces ruidosos- pero él lo rechaza. A lo largo de la película, el tinnitus empeora y Maine no lo controla apropiadamente.
Coincidiendo con el estreno del film en Estados Unidos (el pasado octubre), la American Tinnitus Association (ATA) hizo un llamamiento acerca de esta patología y el impacto extremo que el acúfeno puede tener en las personas. Buscando reflejar este problema de Maine con el mayor realismo posible, Cooper seleccionó a su propio médico, el Dr. William Slattery, presidente de la Clínica House Ear, para que interpretara a su médico en la película. En una nota de prensa, la ATA señala que Cooper retrata con exactitud de detalles y refleja la realidad de alguien que lucha contra el tinnitus.
David Stockdale, CEO de la Asociación Británica del Tinnitus (BTA, por sus siglas en inglés), declaró sobre esta representación del problema: “El tinnitus aparece de principio a fin en ‘Ha nacido una estrella’ desde que el personaje principal, Jackson Maine, sale en la primera escena y oye timbres, y rechaza usar protectores auditivos, aunque siente que eso impide sus actuaciones en directo.
No mira por tratar su acúfeno ni su pérdida de audición, que sufre desde niño. La película ofrece una desgarradora, cruda visión sobre el muy real impacto que el tinnitus puede tener”.
Vía: audio en portada – Fuente: Audiology-worldnews