La laberintitis, una condición que afecta el oído interno, puede tener un impacto significativo en la audición y el equilibrio de quienes la padecen. – Imagen de 8photo en Freepik.
Este complejo sistema de tubos y conductos, esencial para nuestra capacidad de percepción del sonido y el equilibrio, puede inflamarse debido a diversos virus o infecciones bacterianas.
Los síntomas pueden variar desde mareos intensos y náuseas hasta discapacidad auditiva y tinnitus (zumbidos en los oídos).
Esta condición puede interferir no solo con la calidad de vida, sino también con actividades cotidianas y laborales.
Para aliviar los síntomas, se suelen recetar medicamentos contra las náuseas, como la cinarizina y la proclorperazina.
Estos medicamentos ayudan a suprimir las señales nerviosas del oído interno y pueden ser efectivos en un plazo de una a tres semanas.
Sin embargo, en casos recurrentes o con síntomas adicionales como entumecimiento facial y dolor alrededor de la oreja y el cuello, es importante buscar atención médica especializada.
Una evaluación exhaustiva puede ayudar a determinar la causa subyacente, que podría incluir el virus del herpes simple (VHS).
El VHS, conocido comúnmente por causar herpes labial, puede reactivarse y afectar el oído interno, provocando síntomas como dolor, hormigueo y entumecimiento.
En casos como este, los médicos pueden recetar medicamentos antivirales preventivos para minimizar los ataques o detenerlos por completo.
Es fundamental consultar a un médico especialista, como un neurotólogo, para un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adecuado. Con el tratamiento adecuado, se puede mejorar la calidad de vida y reducir la frecuencia y gravedad de los síntomas asociados con la laberintitis.