Sensibilidad Auditiva y Estrés: Explorando la Conexión Detrás de la Hipersensibilidad al Sonido

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El estrés no solo afecta el bienestar y el estado de ánimo, sino que también tiene repercusiones directas en la salud, desencadenando enfermedades cardíacas como infartos y generando problemas auditivos, según revela una investigación publicada en el sitio web de Bienestar.salud180. Imagen de Freepik.

De acuerdo con una investigación del Instituto Karolinska de Estocolmo, los problemas auditivos se encuentran entre los 10 principales desafíos de salud pública, afectando a más del 30% de la población.

El estudio, publicado en la revista PloS One, destaca que el estrés es un factor desencadenante de problemas auditivos, especialmente la hipersensibilidad al sonido, con mayor incidencia en las mujeres.

Según Dan Hasson, director de la investigación, las mujeres que experimentan estrés o agotamiento emocional son más propensas a ser sensibles a los sonidos, incluso a niveles normales de conversación (60 decibelios).

La experta indica que esta condición auditiva puede afectar significativamente la calidad de vida, ya que incluso un ruido mínimo puede percibirse como una perforación en los oídos.

Por esta razón, la hipersensibilidad al sonido puede inducir sentimientos de aislamiento y angustia en quienes la experimentan. Por ello, se sugiere llevar a cabo ciertas acciones para reducir los niveles de estrés y agotamiento.

Según el portal kidshealth.org, es posible gestionar el estrés de manera efectiva y prevenir daños en la salud o problemas auditivos.

Consejos prácticos:

Evita la sobrecarga de actividades: Selecciona las tareas más importantes y concéntrate en ellas, evitando la perfección excesiva, ya que cuidar cada detalle puede aumentar el estrés.

No persigas la perfección: Presta atención a realizar bien las cosas sin obsesionarte con cada detalle, ya que ser perfeccionista puede incrementar el nivel de estrés.

Prioriza un buen descanso: Un sueño adecuado mantiene cuerpo y mente alertas, permitiéndote manejar eficientemente situaciones estresantes.

Encuentra momentos de relajación: Dedica tiempo a actividades que disfrutes, como bailar, cantar, leer, mirar fotografías o practicar ejercicios de respiración para recuperar la calma.

Cultiva el optimismo: Mantén pensamientos positivos, ya que estos contribuyen a que tu cuerpo responda de manera adecuada ante desafíos.

Además, recuerda que hay diversas terapias alternativas que promueven el bienestar y reducen el estrés, logrando un equilibrio entre cuerpo y mente.