Uno de los implementos para la higiene personal más empleado en el mundo, son los populares hisopos, utilizados para los oídos y otras áreas difíciles de acceder con una esponja o con la toalla. Pero no todo es perfecto con estos adminículos. – Foto: freepik – www.freepik.es.
De acuerdo a las estadísticas, es muy grande la proporción de casos de ruptura de la membrana del tímpano ocasionada por el uso de hisopos de algodón. Afortunadamente, en la mayoría de los casos, las roturas se curan por sí solas, pero una pequeña minoría de casos muy serios, requiere de cirugía.
Descubre los peligros del uso de hisopos para los oídos
El uso de hisopos de algodón no implica necesariamente que se produzca daño a las membranas, pero suele suceder que el bastoncillo se introduzca demasiado en el canal auditivo y llegue a producir daño. Dicho daño puede ser variable, desde un simple dolor, que nos alertaría de que estamos dañando el oído, hasta daños severos como la perforación de la membrana del tímpano. Cuando la perforación es muy seria, puede incluso ocasionar la parálisis facial y vértigo.
El tratamiento de la ruptura de la membrana del tímpano se puede realizar de dos formas. Para perforaciones leves, el otorrinolaringólogo puede limitarse a realizar un seguimiento del caso hasta que se repare naturalmente, lo cual tarda aproximadamente dos meses. Pero hay casos más graves, donde se hace necesaria la cirugía reparadora.
Para comprender mejor los riesgos de lesión, vamos a describir un poco la anatomía del oído. El oído comienza en el pabellón de la oreja y prosigue por el canal auditivo, que es un conducto recubierto por una finísima capa de piel, que se apoya directamente sobre el hueso, lo que la torna más frágil. Por otra parte, la membrana del tímpano es una delgadísima capa de piel transparente que cubre la entrada del conducto.
Esta piel está tensada de forma similar a la lonja de un tambor y como ésta, vibra al recibir las ondas sonoras. Si limpiamos los oídos con hisopos y lo hacemos sin el debido cuidado y precaución, corremos el riesgo de introducir demasiado el bastoncillo y rozar o dañar esta membrana, lo cual ocasiona la lesión. Las personas que tienen un mayor riesgo de sufrir este tipo de lesiones, son los niños, los que al realizar la higiene sin ayuda, pueden no tener noción de la profundidad y herir el tímpano.